Un jardín saludable es un oasis dentro de un lugar urbano o, incluso, si se encuentra en medio de la naturaleza, pero las plagas y las enfermedades de las plantas pueden ser un verdadero desafío para mantenerlo en unas condiciones óptimas. A lo largo de este artículo ofreceremos estrategias efectivas y ecológicas para combatir estos problemas y asegurar que el jardín luzca perfecto.

 

¿Cuáles son las plagas más comunes?

Una plaga consiste en una aparición masiva de seres vivos que causan graves daños a otros animales o vegetales. Para enfrentar eficazmente las plagas y enfermedades en las plantas es necesario, siempre que se pueda, un control de plagas para identificarlas a tiempo. No obstante, si no se ha hecho y se detecta por primera vez, estas son las más comunes que pueden aparecer:

  • Pulgón. Se trata de unos insectos pequeños que comen el pigmento verde y la savia de las hojas y los tallos, dejándolas amarillentas.
  • Araña roja. De tamaño diminuto, causan manchas amarillas en las hojas.
  • Mildiu. Provoca manchas amarillas en las hojas.
  • Trips. Son una serie de insectos que afectan a pétalos de flores como las orquídeas.
  • Larvas o gusanos. Las mariposas ponen huevos en las hojas y se alimentan de ellas.
  • Piojo harinoso. Toman la savia de la planta y dejan montículos en ella similares a las pelusas o los residuos de harina.
  • Oídio. Hongo que se parece a un polvo blanco que se acumula sobre hojas y brotes.

 

¿Cómo combatir las plagas y enfermedades en plantas?

Uno de los mayores retos a los que nos podemos enfrentar consiste en conocer cuál es el método idóneo para combatir las plagas y enfermedades de las plantas. Desafortunadamente, son muchas las que están expuestas a este tipo de problemas, por lo que surgen algunas soluciones contra insectos que van a provocar su desaparición:

  • Insecticidas polivalentes. Estos se consideran un producto de amplio rango de afectación, por lo que es efectivo para muchos tipos de insectos que afectan a las plantas, eliminando no solo plagas a través de fumigaciones, sino también sirven para prevenir la aparición de estas.
  • Insecticidas específicos. Sirven para insectos más concretos, destacando entre ellos el aceite de citrolina, para tratar la cochinilla y el pulgón, así como otros como el epik, que actúa con moscas blancas y minadores de hojas.
  • Acaricidas. Los ácaros se incluyen en tratamientos para insectos, destacando entre ellos el urtica, para repelerlos, o clofentezin, para atacar a los huevos y larvas.
  • Fungicidas. Se utilizan para paliar los daños que provocan los hongos. Los más destacados son el azufre mojable, que se disuelve para acabar con el oídio y la araña roja, y el equisetum que acaba con enfermedades fúngicas como es el caso de la podredumbre.
  • Alternativas naturales. Con soluciones ecológicas se puede conseguir que estas se coman las larvas o, incluso, los propios insectos que se encuentran en la propia plata o árbol. De esta manera, se evita el uso de insecticidas convencionales, que son muy usados en la actualidad.

 

¿Cómo prevenir la aparición de plagas?

La prevención de plagas es lo más importante para mantener el jardín libre de mosquitos y enfermedades. Algunas de los métodos más populares para prevenirlos son:

  • Rotación de cultivos. Consiste en cambiar las plantas de lugar en cada temporada. Esto evita que las plagas y enfermedades específicas de una planta se acumulen en el suelo.
  • Uso de compost y abonos orgánicos. Esto no solo proporcionan nutrientes esenciales a las plantas, sino que también mejoran la estructura del suelo y su capacidad de retener agua.
  • Mantener la higiene del jardín. La limpieza regular del jardín es fundamental, retirando las hojas caídas, los restos de plantas y materiales orgánicos en descomposición que sirvan de refugio para plagas u hongos.

 

Mantener un jardín saludable requiere atención y cuidado constante. Manteniendo una rutina de inspección regular y, por tanto, un control de plagas, se puede detectar cualquier problema antes de que sea una gran amenaza para esas plantas. Por esto, un jardín bien cuidado es resistente a plagas y enfermedades, pero también le otorga una gran salud durante todo el año. De este modo, es preciso prestar atención a las señales tempranas y actuar de inmediato para mantener un jardín sano.